¿CÓMO DEBE HABLAR UN NEANDERTAL EN UNA NOVELA DE FICCIÓN?
- Calidris Alba
- 22 jun
- 6 Min. de lectura
Actualizado: 5 jul
MAKING OF / Evidencia científica
¿Cómo debe que hablar un neandertal en una obra de ficción? ¿Con un lenguaje rico y familiar o con un léxico reducido?
Cuando la trama está clara y los personajes definidos, es el momento de plasmarlo en palabras escritas. Entonces se plantea un dilema: ¿cómo tienen que hablar los protagonistas? Los tiempos en que se consideraba a los neandertales seres grotescos que se limitaban a gruñir y berrear han quedado atrás. Pero, ¿hay que utilizar nuestro lenguaje, con toda su complejidad y riqueza, como si fuera el suyo?
Veamos lo que dice la ciencia al respeto.
EVIDENCIAS CIENTÍFICAS
El año 2001 se descubrió la relación entre un gen de nuestra especie, el gen FOXP2, y el lenguaje al encontrar que su mutación provocaba dificultades en el habla a la persona portadora. Años más tarde se vio que solo había dos nucleótidos de diferencia entre el gen FOXP2 de los chimpancés y entre el mismo gen de los humanos. El 2007 el departamento de genética del Instituto Max Planck de Antropología Evolutiva, de Leipzing, Alemania, quiso comprobar qué versión del gen FOXP2 había en el ADN neandertal. Y resultó que los neandertales tenían la versión de los humanos actuales. Desde aquel descubrimiento se empezó a considerar la posibilidad de que los neandertales pudieran comunicarse del mismo modo que lo hacemos los humanos actuales.
Este año 2025 ha salido publicado en la revista Nature Communications un estudio basado en la proteína NOVA1, conocida para ser vital en el desarrollo del cerebro. Mediante la técnica de edición genética CRISPR se sustituyó la NOVA1 de ratones por la NOVA1 humana. Y los ratones empezaron a emitir sonidos diferentes para comunicarse entre ellos, como si quisiesen vocalizar. Pues resulta que esta proteína es exclusiva de los humanos actuales y no se encuentra en los neandertales, y por ello los autores del estudio sugieren que, el hecho que los neandertales no tuvieran la proteína, les podría haber limitado el habla y que ello podría haber dado ventaja evolutiva a los sapiens frente a los neandertales y denisovans.
Pero la presencia de una variedad genética no es la única razón por la cual los humanos podemos hablar. Esta habilidad también depende de otros factores, como las características anatómicas de la garganta y de las áreas del cerebro que trabajan juntas para permitir que las personas hablen y comprendan el lenguaje.
EVIDENCIAS ANATÓMICAS
En el año 1989 se descubre un hueso hioides neandertal casi completo en un yacimiento en Kebara, Israel. El hueso hioides es el único hueso del trato vocal, apoya a la laringe y sirve como anclaje de la lengua y otros músculos necesarios en la fonación. En el año 2013 sale publicado un artículo en la revista PLOS ONE con los resultados de la comparación entre las propiedades biomecánicas del hioides de Kebara y el mismo hueso en el Homo sapiens. Los resultados confirmaron que la microestructura interna del hioides de Kebara era muy similar a la del hioides de los humanos modernos y que la estructura histológica del hueso de Kebara era típica de un hueso sometido a la actividad metabólica intensa y constante, como por ejemplo el lenguaje.
En mayo del 2020 se publica en la revista científica Jornal of Human Evolution un estudio donde se compara la morfología de los lóbulos parietales de neandertales y humanos modernos. Esta área del cerebro está relacionada con las habilidades que permiten la imaginación visual, la gestión del espacio y del tiempo, la creación de herramientas e incluso las relaciones sociales. El estudio encontró diferencias significativas entre las dos regiones cerebrales, lo que llevó a los autores del estudio a especular que los neandertales eran menos capaces de un pensamiento intermodal, es decir, que tenían limitada la capacidad para crear estructuras lingüísticas complejas mediante la combinación de diferentes conceptos.
En marzo del 2021 se publica un artículo en la revista Nature Ecology & Evolution en el que, mediante exploraciones de tomografía asistida por ordenador, se recrea un modelo completo del campo de audibilidad neandertal. El resultado fue que el ancho de banda ocupado de los neandertales era mayor que el de los homínidos de la Sima de los Huesos y similar al de los humanos actuales, lo cual implica que los neandertales desarrollaron las capacidades auditivas necesarias para apoyar a un sistema de comunicación vocal tan eficiente como la palabra humana moderna.
Un artículo científico del 2023, publicado en varias revistas y que forma parte del libro Neandertales del fin del mundo. Nuevas persectivas para Iberia (editorial Universidad de Sevilla, 2025), aborda extensamente este tema. El artículo lleva por título The Cas of Neanderthal Language(S): A Multidisciplinary Approach y el autor es Antonio-Benítez-Burraco.
Otras evidencias. Este año 2025 se ha publicado un artículo que podríamos relacionar con el tema que nos ocupa. La revista Science ha publicado un estudio en el que se demuestra que los chimpancés bonobos (Pan paniscus) son capaces de combinar sus gritos de forma compleja, formando frases distintivas, similares a cómo nos comunicamos los humanos actuales. Hay que recordar que la línea genética de los humanos y los bonobos divergió hace más de 7 millones de años. Este hallazgo sugiere que las raíces del lenguaje complejo son mucho más profundas del que se creía.
MI PRIMERA CONCLUSIÓN
Parece que todas estas evidencias van en la misma dirección, la que los neandertales eran capaces de producir y oir sonidos similares a los nuestros y que tenían un sistema de comunicación complejo y eficiente. Si queremos ser muy meticulosos, parece que su sistema de comunicación podía ser más senzillo estructuralmente y funcionalmente menos flexible.
LA LITERATURA DE FICCIÓN
¿Y en la literatura de ficción ya publicada, como hablan los neandertales?
No tengo todas las novelas de ficción en la cual los neandertales son los protagonistas o coprotagonistas, pero sí algunas de las publicadas en castellano o catalán, o bien traducidas a estas lenguas, en los últimos años. Aquí reproduzco alguno de los diálogos de cada una de las obras que dispongo.
KURTÉN, Björn. La danza del tigre. Plot Ediciones 2001 (con prólogo de Juan Luis Arsuaga).
“–El pueblo negro vivía en un gran campamento que no estaba muy lejos de la costa. Habían llegado del sur aquella primavera –narró”.
AUEL, Jean M. El clan del Oso Cavernario, publicado por varias editoriales. La mía es del Periódico EL PAIS Novela Histórica, del 2005.
“–Bueno, de todos modos, ¿cómo podía volverse de repente normal y saludable el niño que nación deformo? –replicó Oga”.
MEDIANO, Lorenzo. Tras la huella del hombre rojo. Editorial DeBOLSILLO 2006.
“–Madre, prepara un zurrón cono bellotas. Bid va a regresar a la encrucijada de los tres ríos –dijo Bid”.
ROUDIER, Emmanuel. Neandertal, libros 1, 2 y 3, cómico. Publicados en francés por Guy Delcourt Productions en el 2007 y en versión integra y en castellano por la editorial NORMA en el 2012. Yo tengo la versión francesa.
“–Tant mieux! On n’a pas besoin d’elle pour se faire repérer! Si tu ne te dépéches pas, on risque d’avoir des soucis beaucoup plus graves tres bientôt!”
PÉREZ HENARES, Antonio. La canción del Bisonte. Ediciones B 2018.
“–Golpea ahí con la piedra. Es el mejor sitio. Con la lanza, mejor detrás de la pata delantera, de atrás adelante, y para rematar por la oreja.”
ESCURA DALMAU, Xavier. La leyenda de Arga. Ediciones Carena 2019.
“–Aren ha demostrado ser muy astuto! –les decía el líder, maravillado y vehemente a la vez–. Con menos esfuerzo ha desplazado una roca más grande que la de Gur. Y, además, la ha hecho llegar más lejos. ¡La ha metido dentro del río! ¿Lo habéis visto?
MI SEGUNDA CONCLUSIÓN
En todos los casos, se utiliza el lenguaje actual con toda su riqueza y familiaridad.
¿Por lo tanto, cómo tengo que hacer hablar a los protagonistas de mi obra El niño tejón?
Soy bilingüe, pero mi idioma dominante es el materno, el catalán. En consecuencia, los neandertales de mi historia hablan catalán dentro de mi cabeza. En 2013, con las evidencias científicas que se tenían en aquel momento y con la literatura de ficción publicada hasta entonces, empiezo a gestar y redactar la historia en un catalán moderno y familiar, sin más limitaciones que las propias de una obra ambientada en la prehistoria.
En plena pandemia de COVID reviso el contenido de la obra y me doy cuenta de que hay algo que no me convence. Entonces, y con nuevas evidencias científicas, decido separar la voz de los protagonistas neandertales de la del narrador sapiens. Reescribo la obra íntegramente, limitando el lenguaje de los neandertales a frases cortas con un léxico reducido. Después de pensarlo mucho, decido que con 8 palabras por frase un neandertal puede explicar cualquier cosa. Al mismo tiempo, mantengo las estructuras largas y complejas limitadas a la voz del narrador.
También hay otros aspectos que consideré importantes y que he intentado mantener a lo largo de toda la obra.
Los neandertales no cuentan. Hay uno y muchos o pocos.
Los colores no tienen nombre. Se refieren a ellos mediante comparaciones con elementos naturales del mismo color.
No utilizan dobles sentidos, ni metáforas, ni otras figuras retóricas.
Hay limitaciones de conceptos abstractos.
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